martes, 19 de julio de 2011

Días 11-13, Subotica y Palic

Estos días no he escrito absolutamente nada asi que no puedo asegurar que cuente las cosas en orden cronológico.

El domingo no fue muy interesante, playa, más playa, y más playa, como si se fuese a acabar. Aunque es importante deciros que aquí en Novi Sad los domingos puedes encontrar casi cualquier comercio abierto. Ah, por cierto, el horario comercial de lunes a viernes es de 7 a 22, en casi todos laos, la gente esta trabaja un montón :S

Estos días he hecho algunas compras en un supermercado tipo Carrefour o Eroski, de estos que tienen de todo, libros, electrodomesticos y comida. Lo que me ha flipao es la sección de quesos: tienen como 4 estantes refrigerados de distintos tipos de queso, más una sección de venta al peso donde el 70 % es queso. También es muy grande la sección de cosmética. Y, por supuesto, algo en lo que me fijo muchísimo en los supermercados es en el café: aquí venden los sobrecitos sueltos por unos 17 dinares, y hay una marca que en cada sobrecito te indica tachado o sin tachar lo que lleva, como si fuesen los envoltorios de las hamburguesas de burguerking: si lleva cacao o no, azúcar, leche en polvo y los hay con extra de guaraná (aquí la gente bebe muchísimos refrescos de taurina o de guaraná, así curran los jodíos). Total, que por fín he podido comprar Nestea de limón (sí, una gran preocupación para mí), pero hasta el Nestea de limón sabe a Nestea de melocotón aquí (es el que te ponen por defecto en todas partes)

También en estos días he vuelto a leer todo lo que hasta ahora he escrito en el blog, y ahora puedo aclarar algunas cosas de las que en un primer momento no me enteraba de nada.

Respecto a la homosexualidad, no está mal visto reconocer públicamente el ser homosexual (aunque tampoco creo que vean bien eso de "Hola, me presento, soy Alba (por ejemplo) y soy lesbiana"), pero demostraciones públicas de afecto pueden provocar comportamientos violentos en los serbios.

Otra cosa que no me quedó claro es para qué fuimos a la comisaría. Resulta que cuando se entra en Serbia hay que registrarse en la comisaría obligatoriamente, aunque no necesites ningún visado especial. Si te hospedas en un hotel u hostal, normalmente ellos mismos se encargan de registrarte, pero hay que asegurarse.

En cuanto al Danubio...he metido la cabeza entera y no pasa ni media, lo que no puedes es meterte muy para dentro porque, aparte de que pasan motos de agua y barcos (es uno de las principales vías de transporte del país), es un río y te lleva, claro.

Bien, siguiendo con mi semana, el lunes fui de nuevo a la facultad. Y de nuevo me dijeron eso de "vuelva usted mañana". Así que cabreada, con ganas de matar, de tirarme por un puente, frustrada, a punto de llorar, pasé por casa, hice mi mochila de irme a andar por ahí, y me fui a la estación. Pero aaamigo, el lunes terminaba el EXIT, así que la estación, además de tener todos los carteles en círilico, estaba petada. Pregunté por Osijek, el autobús salía a las 12, 1100 dinares. Vale, me voy a Osijek. Pero qué cojones hago yo en Osijek a las 13.30 como poco que llegaré, si no sé ni que moneda usan los croatas. Bueno pero con euros vas a todos lados, ¿no? Sí, pero solo tengo 25 euros, y el viaje me va a costar 22 ida y vuelta. Vale, pues vamonos a otro sitio. Sarajevo 4 horas. Nis, 4.30 h. Venga, algo más cerca...y ahí es cuando me rindo porque no tengo ni idea de los alrededores de Novi Sad. Así que digo...voy a aprovechar el día, voy a darme la vuelta a la ciudad siguiendo el Danubio (hace un poco como el Tajo en Toledo). Lloriqueo un poco y me voy hacia la playa, pero de camino paso por el centro comercial y aquí mi vida cambia, decido empezar a tomarmelo con filosofía porque de repente me encuentro un...¡¡DICCIONARIO ESPAÑOL-SERBIO!! Con una sevillana en la portada y todo, qué bonito. Digo "bueno, no conoceré Serbia, pero aprenderé serbio". Pero de repente, junto a una guía de Madrid y Toledo...¡¡UNA GUÍA DE SERBIA!! IMPORTANTE: EN INGLÉS. En España no me dio tiempo a comprarla y todas las que había visto hasta ahora estaban en serbio, así que a partir de aquí la cosa será distinta, estoy cabreada pero ya tengo algo más para leer, a parte del libro que he empezado, "Despertares" de Oliver Sacks. Así que, ¿qué puedo hacer con una guía y un diccionario? Pues lo primero, decidir a donde ir. Y lo segundo, ya sé que en serbio "hora" es vreme y "dársena" es pristanište, aparte de que puedo decir que el cirílico ya lo tengo domindado. A la primera oportunidad que tenga pienso salir pitando.

El martes lo pasamos haciendo unas disoluciones para Ana (trabajo que a Monika...no le apetece mucho) y más tarde nos llevan al laboratorio de Tecnología Farmacéutica donde Ana nos enseña a hacer una crema para bebés y una barra de labios. Al terminar me pregunta que si alguna vez había hecho esto...y la verdad no sé que decir. En el laboratorio no tenían ni vitamina A, D ni E, y tampoco filtro solar ni colorantes. De manera que básicamente lo que me estaba preguntado es si he mezclado alguna vez una fase acuosa sobre una oleosa, o si he mezclado espermaceti con cera alba. Pues sí, colega, lo he hecho.

A todo esto llega una profesora serbia y se pone a discutir con Ana, que más tarde nos explica que eso no lo teníamos que hacer hasta el jueves y que la profesora se ha enfadado, así que ni el miercoles ni el jueves tenemos que venir. De puta madre.

Por la tarde Gordana nos lleva a ver Petrovaradin, aunque ir con Gordana y conocer el lugar, no es lo mismo; se puede decir que simplemente nos tomamos una caña mirando Novi Sad desde Petrovaradin, sin que nos explicasen nada, como el que va al valle a tomarse una litrona.


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Estuvimos aprendiendo idiomas con mi diccionario, a esta gente les gusta el español. Me explicaron, por cierto, que ellos no llevan gafas de sol cuando están conversando. Aunque insistieron en que no me las quitase, es importante saberlo para cuando pides comida en la calle o preguntas donde está un lugar. Creo que no es tanto una cuestión de educación (esta gente, pese a ser de una ciudad pequeña, nunca piden perdón cuando se chocan contigo, o te piden paso cuando estás en medio) sino más bien del sentido de la honestidad que tienen los serbios: para ellos mirar a los ojos de una persona es tan importante, que cuando brindan en grupo es obligado mirar uno por uno a todos los comensales.

Por la noche repaso mi guía y, al día siguiente, cuando me despierto a eso de las 6.30, me ducho y preparo mi mochila, le digo a Monika que voy a por un café al bar a decidir donde voy. Sí, me tomo el café, pero el destino ya está decidido: Me voy a Subotica y ahí te quedas, tronca. Necesitaba estar sola de una puta vez, esta tía es una carga. Y si lo hubiese querido, me hubiese comprado lastres cuando fui a Decathlon antes de venir aquí y, en cambio, ¿qué me compré? Unas zapatillas de caminar. Así que me piro.
A las 8.20 ya estoy en la estación de autobuses y tengo mi billete para el próximo autobus a Subotica, a las 9.40, que me ha costado 790 dinares. Espero cargando la cámara y leyendo la guía. Una bonita sensación de libertad me empieza a invadir.

Subotica es una de las ciudades más al norte de Serbia, lindando con Hungría, pertenece a Backa, como Novi Sad, en Vojvodina. El camino hacia allí es todo plano (la llanura panónica), con campos de girasoles y maíz, y a la ida, parando en un par de pueblos a coger gente, fueron 2 horas, y a la vuelta sin parar, hora y media. Lo primero que hago cuando llego es seguir las flechas que indican dónde está el McDonalds porque, como todo el mundo sabe, donde hay un edificio importante, hay un McDonanalds (con la cheeseburger a 0.75 €, por cierto). Y el McDonalds está, nada más y nada menos, que en el mismo edificio del ayuntamiento. El Ayuntamiento de Subotica fue diseñado por dos arquitectos de Budapest, Marcel Komor (¿¿comorrrrr?? Marcel Komor) y Deze Jakob, con una variedad de estilo Húngaro entonces moderna, y construido entre 1908 y 1910, y está dedicado a la Emperatriz Maria Teresa. Dentro tiene el Museo de la Ciudad, Archivo Histórico, entre otras movidas, aunque no me dio tiempo a ver nada. En el centro de información a turistas pido un mapa y pregunto cómo llegar a Palic, un pueblo cercano, muy turístico, con un lago enorme. En el mismo mapa de Subotica hay un mapa de Palic, y puedo coger el autobús en la estación por 60 dinares.
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Con mi mapa en la mano, trazo el recorrido que voy a realizar. La primera parada es en la Mansión de Raichle (1904), y resulta que es justo el edificio que hay al lado del parque donde estoy sentada. Entro y pregunto si lo puedo visitar. Me explican que el tal Raichle fue un arquitecto que diseño esta, su casa, donde tenía la oficina en la planta de abajo y hacía vida en la planta de arriba. Entró en bancarrota y tuvo que irse a Budapest y más tarde a Zagreb, hasta que finalmente, durante la guerra, se la vendió a una familia que la subarrendó a otra familia, de manera que las dos familias estuvieron viviendo durante largo tiempo sólo en la planta de arriba (fijaros si es grande). Hoy en día, la casa es una galería de arte y en estos días albergaba una exposición de muñecos usados en producciones de animación, en cada habitación se estaba proyectando un corto o película con algunos de los escenarios y monigotes usados en el rodaje, muy curioso, la verdad. Lo bueno es que estaba completamente sola en la planta de arriba de la casa y, aunque está mal que lo diga, me colé por todas las habitaciones que no están abiertas al visitante y que se usan de almacén.
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Después busco la Iglesia Ortodoxa de Subotica, pero la calle está en obras y no se corresponde con el mapa, así que paro en una tienda de souvenirs, pido agua, me da una taza con agua fría, pregunto y le compro algo a este señor tan amable. Y bueno, uno de los problemas que tiene viajar sola es que no tienes quien te haga las fotos, asi que coloco la cámara sobre el atril del sacerdote, pongo el temporizador...la "portera" o lo que sea me pilla en el momento en que salta el flash, me muero de la vergüenza y me voy corriendo.
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Mi siguiente destino es la Iglesia de los Franciscanos, pero está cerrada o no sé por donde se entra, asi que no puedo visitarla, aunque puedo entrar a un pasillo donde la gente enciende velas a sus muertos (cosa que se hace muchísimo más que en España, un poco tétrica la foto).


En la calle de la Sinagoga, la Sinagoga que parece estar completamente abandonada, cerrada a cal y canto, con vidrieras rotas...con lo bonita que es.
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Y finalmente en mi recorrido, la Iglesia de Santa Teresa, que cualquier día se va a partir en dos. [ya subiré foto]


Vuelvo a la estación de autobuses, y a eso de las 15h voy rumbo a Palic. En Palic hay dos lagos, el más grande ellos con 17 Km de perímetro. Hubiese querido recorrermelo entero, pero cuando llevaba 5 Km andando, las famosas zapatillas del decathlon me estaban quemando el pie (no hacen daño por si mismas, pero el roce contínuo me quema, de todas formas me gustan mucho) y me volví. Para terminar el largo paseo me pegué un baño en el lago, el agua estaba buenísima. Cuando estaba echando la última mirada al lago, se me acercó una tía hablandome en no se qué idioma. Normalmente contesto "I'm sorry, English", pero esta vez me pilló tan relajada que contesté "Spanish, digo English" y, para mi sorpresa, me contestó: "Spanish? Pues entonces podemos hablar en Español". Resulta que eran dos parejas, 3 de ellos de Girona, y la chica con la que estaba hablando, eslovaca. Venían de Hungría y, el primer pueblo que habían visto tras el cartel de "Bienvenidos a la República de Serbia", era Palic. Me pidieron algunos datos, les dije que el cambio era fácil, a cuanto estaba el dinar, que todo el mundo habla inglés, y ellos me acercaron al pueblo, donde iban a por cambio. Nos deseamos suerte en nuestros viajes y cogí mi autobús a Subotica y de ahí a Novi Sad, donde llegué a las 20.25.

Aquella noche tenía un cumpleaños, el del chico esloveno, Milos, así que cené fuerte, un gyros, que es un kebap griego, enorme, con las patatas fritas dentro, por 220 dinares.

A estos serbios les encanta escuchar música tradicional, imaginaros lo que protestan mis colegas cuando pongo a la Pantoja en el coche, pues ellos lo viven y se ponen todos a cantar y a bailar a la manera típica. Por cierto, llevo 3 años quejándome via twitter y facebook de mi vecino de abajo y la música que me pone. No sé si la música rumana y la serbia son prácticamente iguales, o es que mi vecino es realmente serbio.

Como os he dicho, les encanta lo español y lo latino, y en cuanto me integré un poco en la fiesta me pusieron Juanes y algo de salsa (con mis cuatro pasos mal dados les dejé flipando), y estuvimos enseñandonos palabrotas unos a otros. La fiesta terminó cuando, a las 3 de la mañana (la fiesta empezó a las 9, algo impensable en España, a esa hora solo beben los niños de 13 años) Shasha y otro chico nuevo, borrachos, empezaron a pegarse, y aun nadie ha conseguido explicarme porqué. Definitivamente, si por la música y la agresividad fuera, seguramente mi vecino de abajo y Shasha son la misma persona.

lunes, 11 de julio de 2011

Mis dias en Serbia (5-6)

Mi entusiasmo con esta ciudad es la historia con más altibajos de mi vida. Como habeis podido leer anteriormente, los precios, la playa y, porqué no decirlo, las mujeres de esta ciudad, me tienen fascinada. Pero, en los últimos días, y en su mayor parte gracias a mi ZQ88simbolodebatman compi de piso, estoy empezando a aborrecer todo a mi alrededor. Pero, seamos justos, y hablemos de la ciudad de Novi Sad, no de esta malfollada.

El viernes fuimos de nuevo a la Facultad de Medicina de Novi Sad, esa Universidad que se está descojonando tan alegremente de mí. Llegué yo sola porque, entre otra cosas, una de las particularidades que tiene Monika es que se desangra por la nariz todas las mañanas (me ha tocao el gordo, señores). Creo que Ana no tiene muy en cuenta que prácticamente he terminado la carrera y que casi cualquier cosa que me pida en el laboratorio, la voy a saber hacer, aunque finalmente se atreve a dejarme llenar unos viales. El HPLC que ellos usan se diferencia del que he usado siempre en practicas en que éste es autoinyectable (los viajes están colocados en orden y un brazo robotizado va cogiendo el vial programado y lo lleva hasta la aguja) mientras que de toda la vida he inyectado yo misma en el tambor el asunto. Me enseña un poco el software que ellos usan y me invita a un turkish kafe, que es más o menos como nuestro café de pota (digo nuestro, pero es algo que yo solo suelo tomar en la Coruña, aunque alguno me he hecho en exámenes cuando quería un café con hielo). Se hace igual, según entendí, aunque la verdad es que el sabor es algo diferente, como si además del café llevase alguna hierba balsámica. Bastante bueno, la verdad.

Con Ana hablamos un poco de todo, comparamos nuestros países, hablamos de lo sorprendentemente barato que resulta por aquí comer en la calle...ella se casó en enero (nos cuenta con la típica sonrisa de recién casada que a las aún solteras nos parece un poquito cara de agilipollada, jaja) y es entonces cuando ha empezado a cocinar. Cuando vivía sola, nos dice, siempre compraba comida por la calle, como nosotras. Le hace gracia que los americanos siempre pongan acento ruso a los serbios en sus películas de Hollywood.

Hemos quedado con Gordana a comer a las 3, una hora a la que en España está prohibido salir a la calle en verano. Habría que prohibirlo aquí también. Nos lleva a un sitio muy tradicional, con una decoración de esas que le encantarían a mi madre y a mi abuela, y probablemente a las vuestras: papel pintado en las paredes, tapetes, visillos, tapices, mecedoras, máquinas de coser Singer...

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Y aquí es donde se me cae un mito y descubro que...no me gusta la comida tradicional serbia. Lo que me gustan son las típicas guarrerias que venden por todas partes pero tu madre no te lo haría un domingo (como si me gustase el bocata de calamares pero no me gustase el cocido). Pero vamos, no es que esté mala, es que el rostiljt es básicamente salchichas y carne a la barbacoa, y a mí es que eso no me gusta, pero bueno, de todo hay que comer en esta vida.


Después de la siesta me despierto con un mensaje de mi amiga Raquel (muak) diciendome que he aprobado Química Farmacéutica (mi tormento de este cuatrimestre), por lo cual no puedo menos que decirle a Monika que se vista, que la invito a una cerveza. Casi cuando estamos en el centro Monika dice:
-Voy a tomar un helado, y la cerveza no pega con el helado...asi que creo que no tomaré cerveza.

Esto no tiene sentido, joder, ¡eres checa! Si la cerveza no pega con el helado, ¡no te tomes el helado! Además, nadie te preguntó si querías una cerveza. Dije exactamente "te invito a una cerveza". Mi celebración se va a la mierda. Se va, mejor dicho, a la cama, a eso de las 10.30 ya estamos en casa. Mi cena, que ni siquiera pude terminar de lo grande que era, por 150 dinares (1,50 euros) y única alegría de la noche fue esto:



(queso, jamón cocido, tomate y pepino, mu rico)

Al día siguiente pienso "esto no puede ser". Me levanto, cojo el folleto turístico y digo
-Quiero ir a Sremski Karlovci - bueno, digo algo así como chirrinsqui karloski - voy a informarme de cómo llegar, ¿te vienes?

Y, para mi degracia, se viene.
Llegar a Karlovci cuesta 120 dinares en autobus, que se puede coger en la estación de Novi Sad o en varias paradas dentro de la ciudad (ojalá lo hubiesemos sabido) y es la linea 61. El autobús cruza el Danubio, pasa Petrovaradina y le aleja de la ciudad, en un viaje desde la estación de una media hora. Yo le había dicho a Monika que Karlosci está a 6 Km de Novi Sad, pero ella debió de empezar a contar desde que salió de casa, porque no paraba de preguntar, cual niño pequeño cuando se va de vacaciones ¿es aquí ya?¿es aquí ya? ¿es aquí ya?

El folleto informativo de Sremski Karlovci dice algo así como que es un pueblo donde los alumnos aún leen en latín, los ancianos aun se sientan en los bancos a ver a la gente pasar (esta gente debería visitar unos cuantos pueblos de Toledo) y todavía suenan las campanas de la iglesia tan alto como en Florencia. De esto último, doy fe. Mientras Monika comía a su muy europea hora habitual, las 12 del medio día, las campanas no nos permitían oirnos al hablar (fíjate, pa una vez que hablamos). De repente oí dos palabras más bonitas que el repiquetear de las campanas
-Qué calor
Qué jodidamente bonito es el español, coño. Si la tía esa hubiese dicho algo así como "me suda tol canalillo" me hubiese parecido super romántico tras 6 días sin hablar una sola palabra de mi lengua materna. Así que les saludé y les dije que estaba deseando hablar en español. Eran dos amigos, una mujer y un hombre de unos...35-45. Me contaron que todos los años hacen una parte del Danubio en bicicleta, que este año empezaron en Budapest y han pasado por Osijek (Croacia) hasta Novi Sad (donde les ha costado mucho encontrar alojamiento por el tema del Exit). Me instan a que visite Osijek, que según había visto yo cuando preparaba mi viaje, está a 97 Km de Novi Sad, y me cuentan que es precioso.

Monika piensa que Karlovci es bastante parecida a República Checa. Quizá por eso pase de visitar el resto del pueblo y antes de las 2 esté pensando ya en irse (ni dos putas horas de visita). Así que, sin que sirva de precedente, hago caso a esa zorra.

Karlovci es una ciudad productora de vino, dicen que es el vino que bebieron en el Titanic, que tiene el segundo seminario Ortodoxo del mundo, y desde cuyo ayuntamiento se proclamó la fundación de la provincia de Vovjodina que unificaba las regiones de Srem, Banat, Backa y Baranja. Lógicamente, con las prisas de Monika, como que no me dio tiempo a visitar todos estos históricos lugares. ¡Pero volveré! Y sé que volveré porque la leyenda dice que si bebes de su fuente de 4 leones, volverás.


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Gordana nos lleva a casa de unos amigos suyos a beber. Me enseñan a jugar al "Three man", que supongo que es como el señor del 3 al que mi hermana me intentó enseñar a jugar alguna vez, aunque supongo que mis capacidades estarían perjudicadas en ese momento porque no me enteré de una mierda de como se jugaba. Ahí se ve de qué va mi amiguita, que no juega, y un nuevo coleguilla mío, esloveno, me pregunta si es que es rarita o tiene novio. Ambas. Con la tontería de los dados les pido que me enseñen a contar y luego lo hago yo. Por supuesto, les digo que nuestros números tienen rima, y me dicen que los suyos también. Despacito, aprenden todos a pronuciar aquello de "cinco..." Y me enseñan a decir "Osam. Na kurac te nosam" que es algo así como "ocho, te la meto y te vas con ella puesta"

Uno de ellos, policía (que nos ha pegado un susto cuando ha llegado con uno de los que viven en el piso, porque nadie le conocía y ha sacado la placa diciendonos que estabamos haciendo mucho ruido) me cuenta que su hermana ha estado trabajando entre Madrid, Lisboa y Londres, y que por ella ha oído hablar de Toledo, como una ciudad bonita, con algo de cristina y judía (e islámica, añado) con cuestas como las ciudades italianas. También ha oído sobre la crisis. Le explico que por lo que he estudiado, de momento no tendré problemas para trabajar (al menos durante un par de años), pero que las oposiciones al Estado han reducido sus plazas, y que otros profesionales, como los ingenieros, quizá no hubiesen empezado sus estudios hace 5 años sabiendo el sueldo que se les iba a ofrecer hoy en día.

Shasha no sabe nada de español, ni yo se nada de serbio, pero llega un momento de la noche en que alcanzo como un nivel de sabiduría o de alcoholismo en que cuando él habla con el chico esloveno o el policía o con Gordana en serbio, es como si le entendiese: sé que están hablando de comprar coches en Australia (uno de ellos es un serbio que ha vivido casi toda su vida allí) o que estaban hablando de la sangría en España. El chico esloveno le dice a Shasha que a mí me gusta más "mi" sangría porque la hago yo misma, y tiene toda la razón. Son gente realmente simpática, con un humor muy parecido al nuestro, de vacile y demás, que Mónica parece no enteder. El chico esloveno (al que a partir de este momento paso a llamar chicken-boy) me dice que le pase lo que está bebiendo

-¿Vino blanco?¿Y donde está el pollo que vas a cocinar?
Pone esa cara de "cabrona..." y hace lo que todos hacemos cuando nos sentimos vacilados en esas circustancias, contestar en nuestro propio idioma. Y él me dice, en serbio, algo que entiendo como
-Bueno, ¿qué tal si hablamos de lo que le hizo el otro día Djocovik a Nadal?
Infinito ¬¬

Salimos a las 12 o así del piso, nos repartimos en dos coches, Mónica con el poli, australian-boy, Shasha y una chica serbia, y yo con Gordana, Djuro y Chicken-boy ("Nos hemos quedad con la simpática. Y la guapa" estos serbios ligan a la española).
Nos vemos en un garito donde está tocando un grupo de versiones en directo, lo primero que oigo es "Summer of 69" y "It's my life", así que imaginais que es una buena noche. Entre cerveza y rakija (que procuro beber a sorbitos) llegamos a las 3, y no sé si es la hora a la que cierra el garito o qué. Yo estoy invitada de after al piso de nuevo, pero de nuevo elijo mal las compañías y me voy a casa con Monika. De camino somos como 4 españoles y una checa, o 4 serbios y una checa, metiendonos con los nombres unos de otros.

-¿Gordana, sabes que tenía una gran preocupación por si me pedías que te llamase por un abreviativo?
-Sí, ¿porqué?
-¡Porque Gorda en español significa FAT!
-¡¡Oooooooooooh soy una Fat-ana!!
-Sí, mi novio estaba muy expectante por saber si eras gorda y entró en tu perfil en cuanto me agregaste al facebook.
-¿Y tu nombre no tiene nada?
-No, pero mi primer apellido, Vales, significa cost, y el segundo es una moneda
-¡Oh, es como si yo me llamase Gordana Cost a Dinar!
-¡Y encima estás gorda!- dice Djuro (que se pronuncia algo así como iuro)
-¡Eres el rey! - dice Chicken boy
-Eh, Djuro, yo conozco cinco tíos que se llaman como tú - le digo - Te los voy a presentar ahora mismo.
-¿En serio?
-Claro - digo buscando en la cartera- Aquí tienes, 5 euros (five iuros)

viernes, 8 de julio de 2011

Día 4 - La Facultad de Farmacia de Novi Sad

Ya sé donde se meten los chicos guapos de Novi Sad.
Hoy hemos ido a la Universidad, dónde Gordana nos ha llevado al laboratorio de Orgánica y nos ha presentado a Ana. Nos ha estado explicado el HPLC, la campana de gases, el espectrofotómetro, un electrodo que no ha sabido decirme de qué era...como si en nuestra vida hubiesemos visto unos. Y como veía que le hacía ilusión, le he preguntado también por el baño termostatizado del ensayo de disolución de comprimidos, y ella tan contenta explicandome para qué era.

Se ha alegrado mucho al enterarse de que en España también llamamos Galenics a aquella asignatura (no hubiese usado esa palabra en inglés si no esperase que llamasen así a la Galénica). Después nos ha pedido que la esperásemos durante una hora porque tenía que ir a por "unas sustancias" cerca. Y la he liao parda. Se me ha ocurrido que quería tomar un nestea de fresa de la máquina, que costaba 60 dinares, y como aquí tienen billetes desde 10 dinares, he metido lo único que tenía que eran 1000 dinares, 10 euros. Resulta que el cartel tan bonito que hay encima de la pantalla, y que está en serbio, cirílico por si te gustan los retos, se traduce al inglés en la pantalla cuando metes dinero. Y ese cartel dice: NO DEVUELVE CAMBIO. No devuelve cambio ni devuelve el dinero, qué cojones, porque yo venga a darle al botón de recuperar dinero (porque no quería 16 nesteas para el resto de mi estancia aquí) y no me daba ni las gracias. Así que ha llegado un chico que nos había presentado Ana previamente (no sí si muy simpático o con los ojos muy achinados, parece reirse siempre) y ha dicho
-Oh my god!
(ha sido la primera frase en inglés que ha dicho sin tartamudear)

Después ha pedido ayuda a un hombre que debe pasarse la vida allí (al que a partir de ahora conoceremos como "el hombre que huele a cerveza", sí, a las 9 de la mañana), y que no dejaba de hablarme en serbio y cogerme de la mano, yo le decía que no le entendía, en inglés, español, gallego...yo qué se, y el tío dale que dale hablandome en serbio como si yo le estuviese dando conversacion en su idioma. Parece ser que han llamado a Belgrado y han dicho que en 2 horas estarían allí para arreglar la máquina. Esto no tiene mucho sentido, porque si esa gente viniese de Belgrado, la verdad es que lo justo sería pagarles yo ellos.

Cuando he vuelto de mi paseo con Monika, el hombre que huele a cerveza me ha devuelto mi billete de 1000 dinares, y me ha dicho one beer, me ha cogido de la mano y ha seguido hablandome en serbio pensando que en ese rato lo había aprendido, o algo así, hacía gestos como hablando por teléfono y el chico de los ojos achinados me ha explicado que quiere que le llame un día y le invite a una cerveza. Para salir al paso solo he podido decirle "jednu pivu, jednu pivu" (una cerveza, una cerveza), lo cual ha afianzado su teoría de que sé serbio y de que me gusta que me coja la mano. Le he dicho como se dice en español y he huído porque, bueno, los españoles y los serbios no somos tan distintos y, esto, en el hall de una universidad española, es montar el espectáculo.

El chico de los ojos achinados (joder, es que los nombres serbios son diabólicos) ha hecho algo por entretenernos cuando nos hemos enterado de que Anne no iba a volver, así que básicamente nos ha contado su vida y la verdad es que habla bastante bien inglés (no esperaba menos de alguien que se dedica a investigar). Lo que lleva haciendo este chico durante un año es medir conductividades a diferentes concentraciones de surfactantes (varios TWEEN). Va echando agua poco a poco y cuando la conductividad baja drásticamente es que se ha llegado a la concentración micelar crítica. También experimenta con animales, dice que puede que sea cruel pero es más entretenido que tener la bureta en la mano izquierda y el boli en la derecha. Le he contado que hice un trabajo sobre comprimidos OROS y que me gusta bastante la farmacocinética.

Nos ha presentado a la que supongo que es su jefa, y hemos estado hablando un poco de todo, de lo que nos parecía la facultad, enana comparada con las de la Universidad Charles o la de Alcalá. Ella ha dicho que la Facultad de Novi Sad cabe en el hall de la de Belgrado (en Serbia se puede estudiar Farmacia en Nis, Novi Sad y Belgrado).

Monika parecía un poco incómoda (bueno, esta chica parece estar incómoda siempre) cuando ha visto como bromeaba con la profesora sobre comer, beber, etc. Pero es que siento que somos tan parecidos a la gente de aquí que no puedo evitar comportarme con ellos (por muy profesor de orgánica que sea) como me comportaría con un profesor mío si me diese pie, y a veces te ponen en posición de bromear sobre alcohol, costumbres o sexo si se tercia.
Monika y yo nos hemos tomado una pizza y nos hemos ido a casa. Yo me he pasado por el bar donde me conecto a internet y he tomado un café con helado de chocolate, por el que me han cobrado 30 dinares, supongo que se habrán confundido, pero como me lo han dicho en serbio y yo soy un poco rata a veces, pues no me ha extrañado demasiado.


Pero, ¿qué os creíais? ¿que los chicos guapos de Novi Sad están en la Universidad? Pues claro que no joder, ¡están en la playa! Es decir, señoras y señores: ME HE BAÑADO EN EL DANUBIO.
Playa en el Danubio
El agua del Danubio está de temperatura como la de la Coruña, por compararla con algún sitio, es decir, bastante fría pero agradable, no corta. A unos 4 metros de la orilla hay unas boyas y los socorristas te pitan si te pasas de ahí, porque pasan lanchas y otras embarcaciones. La playa es una mezcla entre lo petado que está Benidorm, y la fiesta que hay en cualquier piscina de un resort en Cancún. Toda la ciudad debe de estar allí en ese momento, y probablemente parte de los alrededores, la música está a todo volumen y la gente baila dentro del agua. Todos están jugando con un balón de voley en el agua. La gente del EXIT se distingue facilmente: son de color rojo cangrejo y llevan una cerveza en la mano (lo que yo digo, Benidorm). Aquí es donde debo decir que he explicado a Monika el significado de la palabra guiri, y le he dicho que ella lo es.

Me he dado cuenta de que en España están prohibidas muchas cosas, pero que tienen su razón de ser. No se puede jugar a las palas en la orilla porque somos unos ansias que queremos 2 Km entre nosotros y que nadie pase por en medio. No podemos fumar en los bares porque, el que fuma, se fuma uno detrás de otro, además de que fumamos demasiados. No podemos hacer botellón porque somos unos guarros y hacemos ruido. En cambio en Novi Sad yo diría que puedes hacer lo que te dé la gana. Todo. Excepto ser homosexual. Y si sigo volviendo a esta playa me voy a volver lesbiana, en serio.

En frente de nosotras estaban tumbadas unas chicas tomando el sol, hablando en inglés y descaradamente lesbianas. Digo descaradamente porque la sociedad serbia es muy crítica con la homosexualidad, no sé si hay alguna ley incluso que la prohiba, como me ha dicho Monika, pero antes de venir yo ya sabia que "nada de hablar de mis amigos los desviados", jaja. Cuando he vuelto de mi baño, Monika me ha dicho que no es que se hayan besado, pero han tenido gestos cariñosos (la verdad, daban una imagen muy tierna) y los locales las han mirado con asco. Monika me ha dicho que en Rep. Checa la homosexualidad es normal, aunque la gente religiosa los odia, y que existe algo similar al matrimonio.

Monika ha probado por fin la cerveza serbia, es suavecita. Yo he ido a por una limonada y me he vuelto con un mojito (300 dinares), el camarero me ha dicho que le gusta ese tipo de cambios, me ha preguntado de donde era, hemos hablado un rato...puede que estuviese ligando. Y es que yo siempre he tenido dos fuertes, y puesto que las serbias me ganan la mayoría en escote, aquí solo funciono hablando. Es más, comparada con la mayoría de mujeres en esta playa, lo mínimo que podría esperar aquí sería que me escupiesen (y lo dice una persona que se ve bastante bien, sin complejos a fecha de hoy, no sé mañana).
Una cosa que ahora que estoy aquí sé que no voy a hacer, es alquilar un coche. Yo asumo que es posible que en un cruce tenga que frenar de repente porque nos vayamos a chocar 3 o 4 coches a la vez, yo lo asumo. Pero no estoy preparada para ello. Porque en España, si nos pasa eso, nos bajamos del coche y nos liamos a hostias con el otro conductor tan tranquilamente (Nota para foráneos: no somos gente peligrosa, solo somos exagerados, visítanos. Gobierno de España). Y lo que me mola mucho es eso de: ¿quiero ir a 100 con la moto por la ciudad? Voy por la calzada. ¿Voy sin casco o tranquilito? Carril bici. ¿Veis? En Novi Sad podeis hacer lo que os salga del rabo. Perdonadme pero es la primera vez que paso tantos días seguidos hablando inglés y, cuando puedo, me gusta usar el castellano generosamente.

Esta noche tampoco he cenado nada porque cuando he visto el escaparate de helados me he vuelto loca y he tenido que pedir uno, pero os diré qué es lo extraordinario de esta ciudad. Cuando tu vas por una ciudad que no conoces, sueles aprovechar el primer sitio de comida decente que ves si tienes hambre o es la hora de comer o cenar. Cuando caminas por Novi Sad dices "mira, comida", pero no te molestas en cruzar de acera, porque sabes que con que des tres pasos, vas a encontrarte otro sitio sin dudarlo. Si tuviese que hablarles a los niños en la escuela de como se organizan las ciudades, no hablaría del ensanche de Barcelona, o de la M-30 de Madrid, ni de la noria de Juanelo Turriano, el Tajo y la muralla de Toledo. Diría: imaginaros una ciudad donde no tienes que elegir dónde comer, sino el qué.

jueves, 7 de julio de 2011

Dia 3 . seis de julio

Estoy viviendo mi particular "come" en esta ciudad.
Esta mañana me he levantado temprano, bastante antes que mi compañera, para desayunar unas tostadas (que me han costado volver a quemar las ollas...¿aquí no existe el teflón o qué?) con mermelada y un vaso de nestquick (si hubiese colacao me quedaría aquí a vivir) y disfrutar un rato de mi libro. Como la protagonista, me he dado cuenta de que he venido a este pais casi con las manos vacías, sin tener ni idea de nada pero con muchas ganas de aprender...sí, cierto es que estuve leyendo cosas sobre como apañarmelas en Serbia, sobre sitios para visitar, costumbres y un poco de Historia, pero a la hora de la verdad estoy aquí sin nada en lo que apoyarme cuando visito algún sitio, de hecho tengo un folleto de información y un mapa que aún no me he mirado. Aunque eso no quita que esté disfrutando al máximo de este lugar.

Antes de las 9,30 Novi Sad ya es una ciudad 100% despierta, con todos los comercios abiertos y bastante gente por la calle, muchos se mueven en bici por los carriles que hay por toda la ciudad. Quizá ésta sea la razón de una de las dos impresiones generales que me brinda mi estancia aquí hasta ahora. La primera es que las serbias están estupendas: si ves a una chica con un gramo de celulitis en las piernas (como yo, como "cualquiera") casi seguramente sea extranjera. No es que no tengan celulitis, es que tienen las piernas musculosas de una atleta, casi sin excepción, y unos brazos que ya quisieran algunas nadadoras. Además se arreglan y maquillan bastante (y hay muchos comercios de cosmética) y la mayoría viste muy bien, muy elegantes ellas. En cambio el sexo opuesto, que bien podrían ser rumanos sacados de mi barrio de Alcalá, parece no fijarse en ellas en absoluto...yo que sé, tú vas por cualquier ciudad de España y no necesitas conocer el idioma para saber que un grupo de chavales se ha girado y comentado algo cuando has pasado, la mirada de un jovencito, un gesto obsceno de un viejo verde, un piropo de un obrero...los serbios parecen pasar de ellas, o bien tienen una forma de halagarlas que yo no alcanzo a entender, cuando a mí me dan ganas de gritar OLEEEEEEEE cada vez que pasa una a mi lado (esto es como lo del helado, si enviase fotos del género mis amigos machotes se plantarían aquí mañana)

La segunda impresión es que Novi Sad es una jodida espiral: por más que ando, por más que intento alejarme del punto de partida, siempre acabo en el mismo sitio. He repetido mil veces eso de "¿Ya hemos estado aquí antes, verdad?". Hoy he ido por otros caminos, siempre evitando las calles que ya había pisado, me he metido por callejones, en un mercadillo interior, donde había muchísimo color en las frutas, y al salir de él por otra puertecilla...he acabado en la calle principal más cercana a nuestro edificio. Gordana y su hermana nos han dado la clave: esta ciudad es enana. Cuando me dieron el mapa pensé que era un mapa del centro, o del casco antiguo, porque cuando coges un mapa de Toledo (y no es una ciudad grande) necesitas varias manos para situarte. Pero resulta que ese mapa que cabe en 2 folios es Novi Sad, y no hay más, razón por la cual todo el mundo va a todos lados andando, es cómodo hacer carril bici (no como en Toledo), que además la gente utiliza y se respeta (no como en Alcalá) y seguramente haga que las serbias estén tan buenas las muy hijas de puta. Con perdón.

De hecho están así de bien sin necesidad de evitar cada pekara que te asalta a tu paso, con sus pasteles, bollos, dulces, boureks (que sigo sin probar) tan calentitos y baratos. Monica ha comprado una especie de caracola-pizza, la he probado y casi salgo corriendo a por una, y de camino a casa hemos pasado a por algunas cosas necesarias para el baño a la droguería DM, que creo que en España no hay ninguna, pero debería haberla con sus 2 o 3 estantes de Essence y su marca propia de brochas tan barata que asaltaré con los últimos dinares que me sobren sin poder cambiar el último día. Se me ha caído la baba, algunos ya saben el vicio con el maquillaje que tengo, incluso cuando, como ahora, paso épocas sin pintarme en absoluto. El caso que Monika también conocía DM de Rep. Checa y ayer se rió de mí cuando la dije si íbamos allí a por leche (sólo podría ser leche desmaquillante, supongo)

Hemos pasado por una frutería y, además de naranjas, sin las que soy incapaz de vivir, no me he podido resistir a unas frambuesas, que mezclaré en cuanto lo compre con el famoso yogurt serbio. Por cierto, hoy el euro estaba fuertecito y he podido cambiar a 100.15 dinares el euro, aunque más adelante lo he visto a 100.70, asi que he aprovechado para cambiar bastante.

Hemos descansado un rato en casa (tras un paseo de 2 horas y pico) y hemos quedado con Gordana para ir a hacer nosequé a la comisaría de policía. Ese nosequé es algo de lo que hablaron Gordana y Monika en uno de esos momentos en los que decido desconectar del inglés y pensar en español, así que resulta que para estar en Serbia hay que registrarse en la comsiaría de policía, no sé porqué, el caso es que vas, pides un papel, lo rellenas, lo entregas junto con tu pasaporte, te dan una parte del papel sellado y, si vienes en avión, como es mi caso, tienes que volver antes de irte. Como tienes que poner una dirección de residencia en Serbia, Gordana ha llamado a su hermana, en cuyo documento de identidad sí pone Novi Sad, para poner su dirección, porque los dueños de la casa en la que estamos no están en la ciudad. Después de todo el jaleo al fín he podido comer, al borde del desmallo, en una cafetería. La elección ha sido un rollito de tortilla de trigo (de hecho el nombre es similar a tortilla) relleno de pollo, lechuga, queso y una salsa parecida a la césar, todo esto por 130 dinares, y una lata de té frio de melocotón por 142 dinares.

Cuando ví la primera vez el precio de un café en un bar en Serbia me pareció raro que en un país donde comer fuera sale tan barato te cobrasen en torno al 1,40 por un café. Pero claro, el concepto de café aquí es taza de 300 mL espumosa, con pajita, como las que me hago yo para desayunar, no el espresso enano o el café con leche en vaso de caña que te sirven en España. De hecho, cuando hoy he ido al bar desde donde me conecto a Internet hemos pedido un café con hielo y, como no tenian, nos han ofrecido un café con helado, que nos han servido en vaso de batido (400 mL quizá) con sirope de chocolate alrededor y pajita, y, ¿sabeis cuanto nos ha costado la broma? 116 dinares. Estoy en el puto paraíso de los sabores.

Habíamos quedado con Gordana para ir a ver a unos amigos suyos cantar en una sinagoga a eso de las 9. Se trataba de un concierto para piano y violocelo de...solo han sabido definirmelo como "música moderna". La primera canción fue como si juntases todas las normas de la música y te las pasases por el forro de los cojones, y por si aún sonase bien, le metienes un par de acordes más, para que dejase de pegar. Las siguiente han sido algo más soportables, aunque creo que para tocar eso no era necesario tener una persona pasando páginas al lado, con una cuartilla y un signo de repetición hubiese bastado. Y lo del boom box ya ha sido de risa. Joder, llamadme clásica, pero a ratos era inaguantable. Cuando ha salido el grupo de coristas, se han colocado, han cantado una frase...han vuelto a salir del escenario y se han quedado cantando dentro...como si la pared fuese una sordina. Y nos hemos escapado.

Novosadska sinagoga

Según leo por wikipedia, esta sinagoga (Новосадска синагога o Novosadska sinagoga) es la quinta en ser erigida en el mismo sitio desde el siglo XVIII, como un proyecto de toda la comunidad judía de Novi Sad (aquí hay principalmente ortodoxos, luego católicos y después musulmanes y judíos), aunque hoy en día no se utiliza para actos religiosos, sino culturales.

Teníamos planeado ir al centro a un pub donde sirven cerveza checa, y de camino hemos parado a cenar pizza una de las amigas de Gordana y yo. Son 120 dinares por algo así como un octavo de una pizza de un diámetro de unos 60 cm, en pleno centro. La amiga de Gordana la ha tomado con keptchup, en España nunca lo he visto (quitando la Telepizza con sabor a hamburguesa) pero aquí te lo ofrecen en todas las pizzerias, a Monika tampoco le ha parecido extraño. Por el centro había mucha gente bebiendo en plazoletas, sobretodo gente del Exit. Eso, queridas amigas serbias, pero con miles de personas más, hielos, vasos y chonis semidesnudas, en España se llama botellón :)

Total, que hemos ido al pub donde nos han dejado entrar sin problema con la pizza, y aquello es enorme, ya me gustaría ver uno de esos pubs por España, con terraza, interior amplio, música rock y una planta adicional. Gordana ha pedido rekija, es el licor típico de por aquí, yo ya lo probé en España y, como he descrito en alguna ocasión, tiene un cierto sabor a tekila, con la diferecia de que el rakija llega al estómago, te lo perfora, y luego vuelve a quemarte la garganta con otro sabor distinto, para volver a bajar ardiendo de nuevo (es un trago del puto infierno, si). Claro que, puede que yo sea un poco bruta, pero yo cuando oigo la plabra shot (chupito) entiendo que aquello se bebe de un solo trago y si no eres un hijoputa o un maricón o cualquier cosa que rime con la frase hecha...pero cuando vi a Gordana beber los chupitos como si de un minivaso de cualquier cosa se tratase (traguito a traguito) me expliqué muchas cosas, esencialmente que el día despues de mi festín de rakija me lo pasase vomitando. Gordana dice que sólo bebe de una vez si se quiere emborrachar, ¿y es que alguien bebe del mismo infierno sin pretender emborracharse? ¡No compensa!

Tras un par de cervezas, salimos del bar y puedo decir que Gordana tiene razón cuando dice que esta es la mejor ciudad del mundo para jóvenes: ayer era miércoles y las calles estaban abarrotadas en sus terrazas (para los que hayan estado en Lisboa, mucho mejor que el barrio alto), y no solo por el exit, porque todos se saludaban con su único beso en una mejilla cuando se encontraban, vamos, que esto puede pasar cualquier día en verano.

De paseo a orillas del Danubio (Dunav en serbio), Gordana nos enseñó el "puente del arcoiris", bastante nuevo, que une Petrovaradina (el "Gibraltar del Danubio") con Novi Sad, y que sustituye a otros puentes que fueron destruidos por los bombardeos. Gordana siente que solo vayamos a ver el color azul del "puente arcoiris" en el rato que estemos allí, pero nos asegura que cambia bastante de color. De camino a casa, hablado de fiestas en casa, policía que sube a molestar, etc., por fín Gordana me da la clave sobre mi cuestión trascendental del ligoteo entre serbias y serbios. Según ella, las serbias se cuidan, maquillan, visten bien (y aquí la ropa es bastante más cara en general que en España) y hacen deporte, especialmente en Novi Sad, donde los hombres NO SE ATREVEN con ellas, les da miedo el acercamiento puesto que sus vecinos de Belgrado son mucho más abiertos y en seguida les levantan a las mujeres de su ciudad, sienten que no pueden competir con ellos. De manera que cuando un chico y una chica de Novi Sad quieren ligar, suele ser la chica la que, digamoslo así, entra al chico.

(Intentaré editar con el programa del concierto, fotos de las calles abarrotadas y del pub de cerveza checa)

miércoles, 6 de julio de 2011

Dia 2 - cinco de julio

Mi compi es guiri, definitivamente. Ha llegada a casa, se ha quitado las chanclas de la piscina, se ha lavado los pies y se ha colocado unos calcetines y unas chancletas.

Esta mañana, no sé a qué hora (dormí de 10.30 a 9.30) alguien ha entrado en el piso y, para cuando he vuelto a abrir los ojos, una rubita estaba durmiendo en el sofá cama de al lado. Cuando me he despertado y he vuelto del baño ella ya se había levantado y se me ha presentado: es Monika, tiene 21 años y estudia 2º de Farmacia en Praga. Nos hemos ido a dar una vuelta y de paso he desayunado, he pedido una napoliana de chocolate y me han dado un croisant de chocolate (lo de que la panadera habla inglés era cierto, de ahí a que me haya entendido, es otra cosa) por 40 dinares (40 cents)

Catedral católica

Gordana nos ha llevado por el centro, donde hemos visto las calles principales y la Catedral. La Catedral es católica, pero aun así es como un emblema en la ciudad de Novi Sad. Gordana es, como casi todos aquí, ortodoxa, pero no muy practicante, solo va a la iglesia a ver a su novio, que canta en varios coros. En todas partes hay redes wifi, asi que iré por allí un día con el portátil, aunque ya he podido mandar algunos mensajes en facebook por el móvil. En Novi Sad hay una playa en el río, asi que tengo la esperanza de poder mojarme el culo pronto, y me ha parecido entender que no te puedes mojar la cabeza (será por lo de los vertidos, digo yo).

La vuelta a casa la hemos realizado Monika y yo solas, más o menos nos orientamos, y hemos pasado por un supermercado a por algo de comer. La verdad es que sale más rentable comer fuera, por poco más de 1 euro puedes comer un cacho de pizza enorme -hay pizzerias por todas partes, al igual que farmacias (aphoteke) y pastelerias (pekara)- o 2 euros por una especie de kebab serbio, hamburguesas, etc. pero mi compi quería comer en casa, aunque vista mi experiencia con la cocina no creo que repita mucho. El caso es que en el piso no teniamos sartenes antiadherentes, asi que lo de cocinar un huevo se ha convertido en revuelto, y la salsa de tomate que he comprado era más bien sopa...y el arroz no se cocía demasiado...así que mi arroz a la cubana ha sido sopa de tomate con arroz y revuelto de huevo...super soso, sólo superao en sosura por mi compi.

Monika ha venido en autobús desde Praga, donde estudia ella, por lo visto 12 horas de viaje, asi que se ha echado la siesta (qué rápido se pegan las costumbres, oye) y yo como buena española que soy, no me he podido resistir a la mosca Fernandito y tras leer un rato me he echado a dormir. Cuando nos hemos despertado he escrito a Gordana para hacer algo...y ahí hemos empezado a sospechar que estamos un poco abandonadas a miles de Km de nuestras casas (en mi caso más miles), así que hemos tirado para el centro, que hasta el momento era lo único que conocíamos intentando dar algún rodeo más a ver si había algo interesante. Pronto ambas hemos sentido una voz llamandonos para comer helado (bueno, todo en esta ciudad te llama para comer lo que sea) y casi a la vez hemos sugerido que queríamos comer uno.
Трг слободе,

Hemos llegado a las plazas que rodean la catedral, muy bien iluminadas de noche, y con mucha vida alrededor. Y ahora biene lo bueno. Teniendo en cuenta que no entendemos ni papa de serbio, hemos visto un cartel al lado de unos helados de una pinta exquisita que ponia 50 dinares, 30 dinares. Yo he visto que todo el mundo pedía 3 bolas, mi compi que ha sido más tonta ha pedido solo una. He señalado el cucurucho que quería y he intentado pronunciar los carteles que leía...Jogurt skiggnruo vinska (bueno, lo que sigue a jogurt es inventado), una especie de helado de yogurt de frambuesa, coko (se pronuncia choco, por suerte) y banana. Creo que he usado bastantes veces la palabra impresionante en mi anterior post, asi que todo para lo que lo he usado (Italia desde el aire, Belgrado desde el aire, la cantidad de aviones que despegan por minuto de Roma...) todo ha desvirtuado esa palabra, porque lo más impresionante, acojonante, extraordinario...en definitiva, lo mejor que me ha pasado desde que salí de Madrid es comerme ese helado. Si pudiese poner un poco de helado en este post y pinchar en compartir a través de facebook, si pudiese telemáticamente compartir ese helado, mañana tendría aquí a muchos de mis conocidos, empezando por ni novio, al cuyo helado perfecto (los helados California de las camionetas de helado clásicas que me llevó a probar en Tenerife) acabo de superar infinitamente.

De camino a casa, y supersatisfechas con lo que acababamos de probar ni siquiera hemos cenado, pero con el móvil he comprobado que en el bar de debajo del piso hay wifi, asi que me he bajado a por un zumo con mi portátil. El zumo natural y riquísimo, 180 dinares.


Ay...juro que haré una foto al próximo helado

martes, 5 de julio de 2011

Día 1



Estoy en Roma y mi ordenador debe de ser el único que no consigue conectarse al wifi del aeropuerto. Estoy delante de una ventana viendo un avion despegar detrás de otro, lo que hace 3 meses me daba pavor, asi que podría decir que hoy he dado grandes pasos.

En Barajas he sido la segunda en facturar y me he autopresentado al primero en facturar, Yeray, un profesor de inglés de Lanzarote que se iba a Los Ángeles a visitar a unos amigos. Nos hemos contado nuestra vida, hemos hablado de Tenerife, de cremas, me ha ofrecido su número por si alguna vez quiero buscar alojamiento en Lanzarote, me ha apoyado psicológicamente cuando le he hablado de mi miedo a volar y me ha dicho que me sentase a su lado porque mi asiento estaba encima de los motores, pero finalmente el avión estaba lleno y me he tenido que sentar atrás del todo...aquí empieza mi angustia. El vuelo ha sido horrible, aunque teniendo en cuenta que es mi primer viaje sola no he sufrido tanto como esperaba, pero no era fácil calmarse con un detenido un par de asientos detrás de mí amenazando a toda la tripulación, gritando, pegandose con los policias y avisando a los pasajeros de que iban a tener problemas con él...además de turbulencias y un aterrizaje de mierda. Aunque he de decir que llegar a Italia y ver su perfil y medio reconocerla geográficamente ha sido impresionante.

El aeropuerto...yo no he visitado muchos aeropuertos en mi vida, pero me cuesta imaginar un aeropuerto más transitado que éste, es impresionante la cantidad de gente que hay por todas partes, la cantidad de vuelos que salen a lugares super lejanos...mientras escribo esto no dejan de despegar aviones. La verdad es que esperaba que todo fuese más caro aquí, me he comprado un brioche con mermelada de melocotón por 1.20 y el libro de "Come, reza, ama" de Elizabeth Gilbert (en español) por 11 euros (muy poético comenzar a leer este libro precisamente en Roma), y las chuches en general me han parecido más baratas que en Barajas. Por cierto: hay palomas DENTRO del aeropuerto, muy simpáticas y domesticadas.

En fín, dentro de 50 min embarco para Belgrado, tengo ganas de salir ya de este mundo aislado de los aeropuertos, de echar cabezadas encima de la maleta y conocer ya algo de mundo. Voy a leer mi libro para echar el rato.

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Escribo desde mi nuevo piso.
El libro no es precisamente de los que me pueden gustar, es más, de momento no lo encuentro de alta calidad, pero a decir verdad me está enganchando porque es un libro sobre un viaje que estoy leyendo durante un viaje. Además la protagonista se supone que se va a encontrar a sí misma a través del viaje y tal. Justo cuando estábamos empezando a descender, me he topado con estas palabras.

"Aun así, pese a todo ello, viajar es el gran amor de mi vida. Siempre he pensado, desde los 16 años, cuando me fui a Rusia con lo que había ahorrado cuidando niños, que todo gasto o sacrificio son válidos con tal de poder viajar. Mi amor por el viaje es constante y fiel aunque en mis amore no he tenido la misma constancia y fidelidad. Un viaje despierta en mí lo que siente una madre por su bebé insoportable, diarreico y nervioso: me importa un bledo lo mucho que me haga sufrir. Porque lo adoro. Porque es mío. Porque es clavado a mí. Me puede vomitar encima todo lo que quiera. Me da igual. [...] Tengo mis técnicas de supervivencia. Una es la paciencia. Otra es quelevo poco equipaje. Y como lo que me echen. Pero mi gran baza viajera es que soy capaz de llevarme bien con cualquera. Me llevo bien hasta con los muertos. En Serbia me hice amiga de un genocida y me invitó a pasar las vacaciones en las montañas con su familia. No me enorgullezco de contar a un assino en serie serbio entre mis seres más queridos (me hice la colega de él para que me contara al historia y también para evitar que me diera un puñetazo). Lo que digo es que soy capaz de hacerlo. Y si no hay otra persona con quien hablar, acabaría llevándome bien con el primer montón de piedras que encontrara por ahí. Por eso no me da miedo viajar a los sitios más remotos del mundo, porque sé que en todos hay seres humanos con los que poder hablar"
Belgrado desde el aire es impresionante, se extiende por todas partes sin parecer tener fin, surcado por el Danubio que en seguida capta tu interés hacia las pequeñas casitas flotantes que tiene en la orilla y por las que se mueve la vida nocturna de la ciudad. Y lo más llamativo de todo es la cantidad de árboles que hay. Detras de todos esos álamos negros...hay más.

En el aeropuerto me he comido un bocadillo con los ingredientes típicos de por aquí, a saber: un embutido que no sabría decir qué era, pepino y queso típico. Más una tónica 550 dinares (el cambio me lo han hecho a 99 dinares el euro en el mismo aeropuerto, he cambiado 20 euros), así que tratandose de un aeropuerto, no está mal.

En seguida todo el mundo me ha empezado a ofrecer taxis, incluso un taxista me ha ofrecido su teléfono para poder llamar a la persona de contacto y, tras un buen rato esperando, he aceptado llamar y me han confirmado que en media hora venían a por mí. Lo que viene después es esperar durante hora y media desesperada por no poder llamar, cargada con una maleta de 18 Kg y otra de 8, lloriqueando porque no sabía que iba a ser de mí. Por fín una chica de nombre irrecordable, ha aparecido para salvarme, se ha disculpado mil veces, alguien la dijo mal la hora a la que llegaba, me ha contado que tiene mi edad pero estudia un curso menos de Farmacia en Belgrado porque ellos están en el instituto hasta los 19. El aeropuerto estaba lleno de periodistas por el triunfo de Djokovic, con un autobús pintado en su honor. La chica del nombre irrecordable me ha montado en varios autobuses hasta llegar a la estación de autobuses en Belgrado. La chica habla bastante español, aprendido como por todos, a base de telenovelas y los Serrano. No hemos pagado ni uno solo de los autobuses urbanos, cuando la he preguntado que si en Belgrado no se pagaba, me ha pedido que bajase la voz y me ha explicado que solo pagan cuando viene el revisor (rollo Tranvía de Alicante). En la estación de autobuses me he comprado un billete a Novi Sad (650 dinares, aprox 6,50 euros, hora y media de distancia), una botella de agua (65 dinares, 65 céntimos) y una tarjeta de la operadora de aquí para un movil que me he traido (200 dinares, y por lo visto se alarga bastante). En el autobús me han cobrado 60 dinares por el equipaje, mi amiguita ha dicho que es una norma estúpida serbia.



De camino a Novi Sad...árboles, atardecer(la foto es sobre el Danubio)...y por fín una pequeña siesta (aun no he dormido en condiciones desde hace 2 días), y al llegar me mezclo con otros chavales que vienen al festival EXIT con tiendas de campaña y sacos. Me encuentro por fín con Gordana, con la que tanto me he escrito antes de llegar, y me lleva en taxi (que ha pagado ella, asi que no sé lo que ha costado) por el centro de la ciudad, que es bastante bonita por lo que puedo ver. Me ha preguntado que qué quiero hacer, y lo mejor ha sido que cene y me vaya a la cama tras una buena ducha, así que me ha llevado a una panadería...y eso es el paraíso. Bollos a 10 céntimos, napolitanas a 40 (dinares/céntimos) trozos de pastel a 20...y lo que me he comido, que me ha invitado ella pero no llega al euro, es esto, porque el bourek me ha parecido un poco pesado para este momento, aunque ya os contaré qué tal es (además de barato)

El piso es super acogedor, solo le falta internet jeje, es un estudio con 2 sofás cama, baño y cocina. Mañana llega mi compañera checa Monika, así que yo me voy a dar una ducha y mañana será otro día :)