sábado, 3 de julio de 2010

Libros y Pelis: "Trainspotting" de Irvine Welsh

Entrada de enero de 2010, para todos ustedes ;)




Cuando con 16 años me topé en las estanterías de mi padre con "La Naranja Mecánica" de Anthony Burgess nada pudo evitar que lo devorase, puesto que la película era un mito que aún no había visto.

El que a mí me llamase más la atención el libro que la película, y que leerlo me motivase a verla, viene por 2 cosas:

- Prefiero leer un libro antes de ver la película porque esto deja espacio a la imaginación (hace 3 años que leí el libro de Ann Rice y aún no he visto "Entrevista con el vampiro"). Esto le pasará a cualquiera de vosotros que lea habitualmente.
- Además, según la experiencia, las películas sobre libros me suelen decepcionar (salvo en casos de libros que me han resultado infumables como "El señor de las moscas" de William Golding y "El señor de los anillos", aunque en el caso de este último, la película me resultó "casi" tan pesada como el libro)


Como había oido maravillas de "La Naranja Mecánica" de Stanley Kubrick, cogí el libro de Burgess decididá a descubrir de quién era el mérito. Y el mérito, en efecto, es de Burgess.

Sin desmerecer a Kubrick, digamos que el tío se lo encontró todo hecho: la historia, el lenguaje, la violencia que tanto gusta, y hasta la música (salvo el famoso "Singin' in the rain"). Le puso su maestría en la dirección, una estética espectacular, grandes planos y un muy buen Malcom McDowell en el papel de Alex DeLarge, y he aquí su gran obra maestra, que a mí personalmente me encantó, pero la encuentro un gran fallo, y es que lo que yo le veo a la película, la mayoría de la gente no se lo ve, y esto es el mensaje. Y caigo en la cuenta de que probablemente la diferencia la hace el haber leido el libro o no (salvo en el caso de algún ilumnado) porque si no, no me explico de dónde sale tanto tontolapolla preguntándome porqué no me gusta "Pulp Fiction" y alabo "La naranja mecánica", si ambas representan su existencia con violencia gratuita. No. Pero tampoco entiendo el que alguien encuentre la justificación de esa violencia en el mismo mensaje que contiene "El club de la lucha" de David Fincher.
Si no hubiese sido porque inmediatamente después de terminar el libro, alquilé la peli (sí, he puesto ALQUILÉ, intentad descargarla en mi pueblo en el año 2010...y os podreis imaginar la aventura que era eso en 2005) pensaría que esa "vuestra" película no tiene nada que ver con "mi" libro.

Todo esto viene porque, al contrario que cuando ví "La Naranja mecánica" como película 100% recomendada, cuando ví "Trainspotting" de Dany Boyle, para mí era una película totalmente desconocida (sí, lo sé, vivo en la inopia en algunos aspectos) que sólo me llamó la atención porque de pequeña solía ver el póster en el local de mi abuelo (mis primos mayores lo decoraron con restos de un videoclub y allí pasábamos las ferias).

La ví y de verdad me impresionó. Me pareció buenísima la picaresca de yonkis, el tratar el tema de la drogadicción como un problema de nuestro tiempo distinto del vicio, más relacionado con el vacío en todos los aspectos (y es un punto en el que veo más convergencia con "El club de la lucha" que el que pueda tener "La Naranja Mecànica", a parte de los personajes, las interpretaciones, la dirección artística, y una banda sonora sencillamente excelente.
Pero es que ahora he leído el libro (porque como yo no conocía la película, no tuve oportunidad de leer el libro de Irvine Welsh antes) y, ¿qué ha pasado? Pues que no sólo puedo decir que es uno de los mejores libros que he leido hasta el momento, que secundo esa famosa frase que decía "merece vender más ejemplares que La Biblia", sino que además admiro más que antes el trabajo de Boyle por hacer una gran película basada en un grandísimo libro, sabiendo escoger bien el material, agregarle su toque y respetar las intenciones del autor.

En cuanto la obra de Welsh, digamos...(como dice Spud) que representa las verdades menos visibles de los marginados, los picotas, los sidosos, el lado más cruel, te enfrenta con sus (des)motivaciones personales, sociales, a través de personajes variados (y tanto) perfectamente desarrollados y con un uso virtuoso del lenguaje (ayuda la buena traducción) en la más cruda tragicomedia, con una banda sonora que se disfruta incluso leyendo (Iggy Pop, The Smiths, Lou Reed...auque Welsh ponga los autores, Boyle supo escoger las precisas canciones de éstos para el preciso momento, igual que hizo Welsh para distintos momentos con distintas canciones)

'Libros



En fin, lo duro de ambas obras es que se acaban, pero si puedo volver a ver la de Boyle, puedo volver a leer la de Welsh. Aunque ahora ya imaginais cual será mi próxima adquisición...sí: "El club de la lucha", de Chuck Palahniuk

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