jueves, 22 de julio de 2010

Matrix y el mito de la caverna

Hoy, haciendo esa típica limpieza veraniega de habitaciones, he encontrado un trabajo de Filosofía de 2º de Bachillerato, lo he releído y, pese a que tiene fallos en la redacción, creo que no se dio mal y he pensado en compartirlo, espero que a unos os traiga recuerdos, y a los menos (porque imagino que casi todo el mundo conoce esta visión), que aprendáis algo.

Matrix, un programa informático creado para imitar la realidad, y en el que las mentes son insertadas para vivir dicha imitación. Toda una vida encerrados en Matrix, nuestra particular caverna, el cuerpo al que encadenamos el alma. El alma no contempla el mundo real mientras no se encuentra en él.



La encarnación, según Platón, la unión de un alma a su cuerpo se produce al crearse una vida, al ser dados a luz por primera vez, del mismo modo que cada mente es insertada en Matrix: un alma, una mente para un cuerpo, Matrix.

Matrix es todo lo material, un mundo sensible, un cuerpo para una mente (alma) prisionera.
Neo es uno entre los millones de seres humanos que habitan Matrix, prisioneros de las cadenas que les atan a ella, esclavos de la realidad que se les muestra a los ojos.


“-Igual que los demás, naciste en cautiverio, naciste en una prisión que no puedes saborear ni oler, sólo sentir: una prisión para tu mente.” (Morfeo a Neo)

Y, ¿qué nos ata a Matrix? Las cadenas de los prejuicios, las leyes, la manipulación bajo la que vivimos y de la que no sabemos salir. En Matrix, como en la vida sensible, estamos atados por el trabajo, el dinero, la rutina y el miedo a salir de ella. Pero la cadena más fuerte es la ignorancia que nos ata a lo más profundo de la caverna, porque lo que nos mantiene dentro es el no saber que la caverna tiene un exterior.

Lo que a nuestros ojos se presenta en el fondo de la caverna, son las sombras de lo que hay fuera, códigos numéricos en Matrix que, combinados, consiguen representar una idea que se presenten a nuestros sentidos como única y verdadera, pero nuestros sentidos nos engañan. En el mito de la caverna, lo único que los prisioneros han conocido en sus vidas son las sombras, de ahí que las tomen como realidad, pero, ¿qué son las sombras? Las sombras no son más que espacios sin luz, la luz de la razón, lo que nos deja ver, iluminándonos, algo que está fuera de la caverna, desde siempre, y siempre lo estará, el mundo de las ideas, el Sol.
Pero debemos descubrirlo y entender, saliendo de la caverna y abriendo los ojos. Eso sí, pasa salir de la caverna, primer hay que romper la cadena de la ignorancia, y hemos de hacerlo mediante la educación, y ahí es donde toma partido el filósofo.

El filósofo es un antiguo prisionero que ya ha visto la luz y se adentra en la caverna para liberar a otros prisioneros. Trinity regresa a Matrix para liberar a Neo y hacerle ver, junto a Morfeo, la luz. Pero es Neo quien tiene que abrir los ojos.


“-Intento liberar tu mente, pero yo sólo puedo mostrarte la puerta, eres tú quien tiene que atravesarla” (Morfeo a Neo)

El paso de la opinión a la ciencia se realiza a lo largo de un camino que todos tenemos que recorrer, que es nuestra vida. Nacemos en el interior de la caverna, pero se nos vuelve a dar a luz a la saluda, al igual que Neo es expulsado de la cápsula en la que se encuentra su cuerpo.


Neo: ¿Porqué vosotros no tenéis cables?
Tanque: Somos auténticos hijos de Sión, nacidos libres”

Sión es para los judíos la tierra prometida, nombre del monte sobre el que Salomón construyó su templo y, como tal, en religión, lo más cercano a Dios, la idea de Bien, la verdad absoluta. Otra connotación se da de la relación con el Zión de los rastafaris. Ellos se consideran descendientes del hijo de Salomón y fundador de Etiopía, su particular Zion, tierra prometida donde serán repatriados tras la liberación de la raza negra. De ahí probablemente el porqué de que Tanque y su hermano sean negros.


“-Bienvenido al mundo real” (Morfeo a Neo)

La luz es esa libertad, libertad a la que se llega a través de una subida escarpada. La liberación, encontrar la luz, la verdadera realidad (el exterior de la caverna), es abrir la mente, el alma, hacia otra forma de conocer lo que nos rodea. Abrir los ojos hacia la luz produce dolor, la luz deslumbra, es tanta como nunca pudimos ver y sobrepasa nuestra capacidad de visión y de entendimiento, pero con el tiempo nos iremos adaptando y comprendiendo.


Neo: ¿Porqué me duelen los ojos?
Morfeo: Jamás los habías usado.”

El camino no sólo se anda siguiendo un conocimiento más perfecto del mundo, un adentramiento en el mundo de las ideas, sino también un conocimiento más profundo de uno mismo. En la película, este conocimiento se realiza a través del Oráculo. Pero el Oráculo muchas veces no te dice la verdad, sino lo que tú necesitas oír y, en su puerta, como a la entrada del templo de Apolo en Delfos y que luego fue adoptado como máxima de Sócrates, se ve escrito “Nosce te ipsum” – Conócete a ti mismo.

Cuando por fin sale a la luz, el prisionero no puede quedarse a contemplar el mundo de las ideas, tiene que volver y hacerles ver la luz al reto de los prisioneros. Es entonces cuando se convierte en filósofo.

Siempre habrá alguien que no le crea, o quien prefiera quedarse en Matrix, porque prefieren esa falsa realidad, puesto que la luz duele. Hay quien no está preparado para salir de la caverna.

“-Nunca liberamos una mente al alcanzar cierta edad

Por eso hay quienes querrán matar al filósofo, como el agente Smith, que intenta acabar con la población liberada de Sión, o como se hizo con Sócrates (los “malos” son siempre los más alejados de la realidad)

Pero Neo tiene que volver y arrastrar como hicieron con él a través del conocimiento racional (porque la razón es una cualidad innata que se encuentra en todos nosotros) de que el mundo real está más allá de los objetos.

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