jueves, 7 de julio de 2011

Dia 3 . seis de julio

Estoy viviendo mi particular "come" en esta ciudad.
Esta mañana me he levantado temprano, bastante antes que mi compañera, para desayunar unas tostadas (que me han costado volver a quemar las ollas...¿aquí no existe el teflón o qué?) con mermelada y un vaso de nestquick (si hubiese colacao me quedaría aquí a vivir) y disfrutar un rato de mi libro. Como la protagonista, me he dado cuenta de que he venido a este pais casi con las manos vacías, sin tener ni idea de nada pero con muchas ganas de aprender...sí, cierto es que estuve leyendo cosas sobre como apañarmelas en Serbia, sobre sitios para visitar, costumbres y un poco de Historia, pero a la hora de la verdad estoy aquí sin nada en lo que apoyarme cuando visito algún sitio, de hecho tengo un folleto de información y un mapa que aún no me he mirado. Aunque eso no quita que esté disfrutando al máximo de este lugar.

Antes de las 9,30 Novi Sad ya es una ciudad 100% despierta, con todos los comercios abiertos y bastante gente por la calle, muchos se mueven en bici por los carriles que hay por toda la ciudad. Quizá ésta sea la razón de una de las dos impresiones generales que me brinda mi estancia aquí hasta ahora. La primera es que las serbias están estupendas: si ves a una chica con un gramo de celulitis en las piernas (como yo, como "cualquiera") casi seguramente sea extranjera. No es que no tengan celulitis, es que tienen las piernas musculosas de una atleta, casi sin excepción, y unos brazos que ya quisieran algunas nadadoras. Además se arreglan y maquillan bastante (y hay muchos comercios de cosmética) y la mayoría viste muy bien, muy elegantes ellas. En cambio el sexo opuesto, que bien podrían ser rumanos sacados de mi barrio de Alcalá, parece no fijarse en ellas en absoluto...yo que sé, tú vas por cualquier ciudad de España y no necesitas conocer el idioma para saber que un grupo de chavales se ha girado y comentado algo cuando has pasado, la mirada de un jovencito, un gesto obsceno de un viejo verde, un piropo de un obrero...los serbios parecen pasar de ellas, o bien tienen una forma de halagarlas que yo no alcanzo a entender, cuando a mí me dan ganas de gritar OLEEEEEEEE cada vez que pasa una a mi lado (esto es como lo del helado, si enviase fotos del género mis amigos machotes se plantarían aquí mañana)

La segunda impresión es que Novi Sad es una jodida espiral: por más que ando, por más que intento alejarme del punto de partida, siempre acabo en el mismo sitio. He repetido mil veces eso de "¿Ya hemos estado aquí antes, verdad?". Hoy he ido por otros caminos, siempre evitando las calles que ya había pisado, me he metido por callejones, en un mercadillo interior, donde había muchísimo color en las frutas, y al salir de él por otra puertecilla...he acabado en la calle principal más cercana a nuestro edificio. Gordana y su hermana nos han dado la clave: esta ciudad es enana. Cuando me dieron el mapa pensé que era un mapa del centro, o del casco antiguo, porque cuando coges un mapa de Toledo (y no es una ciudad grande) necesitas varias manos para situarte. Pero resulta que ese mapa que cabe en 2 folios es Novi Sad, y no hay más, razón por la cual todo el mundo va a todos lados andando, es cómodo hacer carril bici (no como en Toledo), que además la gente utiliza y se respeta (no como en Alcalá) y seguramente haga que las serbias estén tan buenas las muy hijas de puta. Con perdón.

De hecho están así de bien sin necesidad de evitar cada pekara que te asalta a tu paso, con sus pasteles, bollos, dulces, boureks (que sigo sin probar) tan calentitos y baratos. Monica ha comprado una especie de caracola-pizza, la he probado y casi salgo corriendo a por una, y de camino a casa hemos pasado a por algunas cosas necesarias para el baño a la droguería DM, que creo que en España no hay ninguna, pero debería haberla con sus 2 o 3 estantes de Essence y su marca propia de brochas tan barata que asaltaré con los últimos dinares que me sobren sin poder cambiar el último día. Se me ha caído la baba, algunos ya saben el vicio con el maquillaje que tengo, incluso cuando, como ahora, paso épocas sin pintarme en absoluto. El caso que Monika también conocía DM de Rep. Checa y ayer se rió de mí cuando la dije si íbamos allí a por leche (sólo podría ser leche desmaquillante, supongo)

Hemos pasado por una frutería y, además de naranjas, sin las que soy incapaz de vivir, no me he podido resistir a unas frambuesas, que mezclaré en cuanto lo compre con el famoso yogurt serbio. Por cierto, hoy el euro estaba fuertecito y he podido cambiar a 100.15 dinares el euro, aunque más adelante lo he visto a 100.70, asi que he aprovechado para cambiar bastante.

Hemos descansado un rato en casa (tras un paseo de 2 horas y pico) y hemos quedado con Gordana para ir a hacer nosequé a la comisaría de policía. Ese nosequé es algo de lo que hablaron Gordana y Monika en uno de esos momentos en los que decido desconectar del inglés y pensar en español, así que resulta que para estar en Serbia hay que registrarse en la comsiaría de policía, no sé porqué, el caso es que vas, pides un papel, lo rellenas, lo entregas junto con tu pasaporte, te dan una parte del papel sellado y, si vienes en avión, como es mi caso, tienes que volver antes de irte. Como tienes que poner una dirección de residencia en Serbia, Gordana ha llamado a su hermana, en cuyo documento de identidad sí pone Novi Sad, para poner su dirección, porque los dueños de la casa en la que estamos no están en la ciudad. Después de todo el jaleo al fín he podido comer, al borde del desmallo, en una cafetería. La elección ha sido un rollito de tortilla de trigo (de hecho el nombre es similar a tortilla) relleno de pollo, lechuga, queso y una salsa parecida a la césar, todo esto por 130 dinares, y una lata de té frio de melocotón por 142 dinares.

Cuando ví la primera vez el precio de un café en un bar en Serbia me pareció raro que en un país donde comer fuera sale tan barato te cobrasen en torno al 1,40 por un café. Pero claro, el concepto de café aquí es taza de 300 mL espumosa, con pajita, como las que me hago yo para desayunar, no el espresso enano o el café con leche en vaso de caña que te sirven en España. De hecho, cuando hoy he ido al bar desde donde me conecto a Internet hemos pedido un café con hielo y, como no tenian, nos han ofrecido un café con helado, que nos han servido en vaso de batido (400 mL quizá) con sirope de chocolate alrededor y pajita, y, ¿sabeis cuanto nos ha costado la broma? 116 dinares. Estoy en el puto paraíso de los sabores.

Habíamos quedado con Gordana para ir a ver a unos amigos suyos cantar en una sinagoga a eso de las 9. Se trataba de un concierto para piano y violocelo de...solo han sabido definirmelo como "música moderna". La primera canción fue como si juntases todas las normas de la música y te las pasases por el forro de los cojones, y por si aún sonase bien, le metienes un par de acordes más, para que dejase de pegar. Las siguiente han sido algo más soportables, aunque creo que para tocar eso no era necesario tener una persona pasando páginas al lado, con una cuartilla y un signo de repetición hubiese bastado. Y lo del boom box ya ha sido de risa. Joder, llamadme clásica, pero a ratos era inaguantable. Cuando ha salido el grupo de coristas, se han colocado, han cantado una frase...han vuelto a salir del escenario y se han quedado cantando dentro...como si la pared fuese una sordina. Y nos hemos escapado.

Novosadska sinagoga

Según leo por wikipedia, esta sinagoga (Новосадска синагога o Novosadska sinagoga) es la quinta en ser erigida en el mismo sitio desde el siglo XVIII, como un proyecto de toda la comunidad judía de Novi Sad (aquí hay principalmente ortodoxos, luego católicos y después musulmanes y judíos), aunque hoy en día no se utiliza para actos religiosos, sino culturales.

Teníamos planeado ir al centro a un pub donde sirven cerveza checa, y de camino hemos parado a cenar pizza una de las amigas de Gordana y yo. Son 120 dinares por algo así como un octavo de una pizza de un diámetro de unos 60 cm, en pleno centro. La amiga de Gordana la ha tomado con keptchup, en España nunca lo he visto (quitando la Telepizza con sabor a hamburguesa) pero aquí te lo ofrecen en todas las pizzerias, a Monika tampoco le ha parecido extraño. Por el centro había mucha gente bebiendo en plazoletas, sobretodo gente del Exit. Eso, queridas amigas serbias, pero con miles de personas más, hielos, vasos y chonis semidesnudas, en España se llama botellón :)

Total, que hemos ido al pub donde nos han dejado entrar sin problema con la pizza, y aquello es enorme, ya me gustaría ver uno de esos pubs por España, con terraza, interior amplio, música rock y una planta adicional. Gordana ha pedido rekija, es el licor típico de por aquí, yo ya lo probé en España y, como he descrito en alguna ocasión, tiene un cierto sabor a tekila, con la diferecia de que el rakija llega al estómago, te lo perfora, y luego vuelve a quemarte la garganta con otro sabor distinto, para volver a bajar ardiendo de nuevo (es un trago del puto infierno, si). Claro que, puede que yo sea un poco bruta, pero yo cuando oigo la plabra shot (chupito) entiendo que aquello se bebe de un solo trago y si no eres un hijoputa o un maricón o cualquier cosa que rime con la frase hecha...pero cuando vi a Gordana beber los chupitos como si de un minivaso de cualquier cosa se tratase (traguito a traguito) me expliqué muchas cosas, esencialmente que el día despues de mi festín de rakija me lo pasase vomitando. Gordana dice que sólo bebe de una vez si se quiere emborrachar, ¿y es que alguien bebe del mismo infierno sin pretender emborracharse? ¡No compensa!

Tras un par de cervezas, salimos del bar y puedo decir que Gordana tiene razón cuando dice que esta es la mejor ciudad del mundo para jóvenes: ayer era miércoles y las calles estaban abarrotadas en sus terrazas (para los que hayan estado en Lisboa, mucho mejor que el barrio alto), y no solo por el exit, porque todos se saludaban con su único beso en una mejilla cuando se encontraban, vamos, que esto puede pasar cualquier día en verano.

De paseo a orillas del Danubio (Dunav en serbio), Gordana nos enseñó el "puente del arcoiris", bastante nuevo, que une Petrovaradina (el "Gibraltar del Danubio") con Novi Sad, y que sustituye a otros puentes que fueron destruidos por los bombardeos. Gordana siente que solo vayamos a ver el color azul del "puente arcoiris" en el rato que estemos allí, pero nos asegura que cambia bastante de color. De camino a casa, hablado de fiestas en casa, policía que sube a molestar, etc., por fín Gordana me da la clave sobre mi cuestión trascendental del ligoteo entre serbias y serbios. Según ella, las serbias se cuidan, maquillan, visten bien (y aquí la ropa es bastante más cara en general que en España) y hacen deporte, especialmente en Novi Sad, donde los hombres NO SE ATREVEN con ellas, les da miedo el acercamiento puesto que sus vecinos de Belgrado son mucho más abiertos y en seguida les levantan a las mujeres de su ciudad, sienten que no pueden competir con ellos. De manera que cuando un chico y una chica de Novi Sad quieren ligar, suele ser la chica la que, digamoslo así, entra al chico.

(Intentaré editar con el programa del concierto, fotos de las calles abarrotadas y del pub de cerveza checa)

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