Tengo una terraza en mi habitación y nunca he hecho mucha vida en ella, alguna vez salí a leer, incluso a dormir cuando era pequeña, o a hacer tareas de las que manchan, pero al fin le voy a dar el uso deseado: llenarla de todo tipo de plantas.
Como vivo hace tiempo a caballo entre dos ciudades, nunca le he podido dedicar demasiado tiempo a cuidar esta afición (hay quien me llama abrazadora de los árboles), pero ahora tengo un espacio y ganas. De momento este espacio se irá llenando de mis queridos cactus, y mis ganas vienen por plantar pimientos (o cualquier otra solanácea) en cuanto llegue febrero-marzo.
Os dejo una foto de mi Pilosocereus gounellei, replantado en un escurridor de cubiertos (dedicada al blog de Irisë con motivo de su última entrada)
¡Oh! Creo que comparto tu afición pero desde un punto de vista menos científico probablemente :P Me tienes que ir enseñando tus adquisiciones, eh. Yo prometo fotos de mi patio (hay unas 37 plantitas ahora mismo :-P) o también puedes venir a verlas...
ResponderEliminarMi madre tiene un locus amoenus en un balcón de mierda jajajajaja.
ResponderEliminarAy, pimientos... Qué rico. Luego me das de comer.